Inspirada en el viaje de su propio padre que emigró de Italia a la Argentina, Andruetto relata la historia de un naufragio, la llegada a un nuevo país, donde Stefano descubre la soledad, la amistad, la música, la tristeza y por último el amor. Stefano emprende un viaje inicia´tico sin retorno; un viaje en el que al partir debe despedirse de su madre sin sospechar que no la vera´ nunca ma´s. No puede ser fa´cil dejar atra´s a esa madre con quien sostiene una relacio´n conmovedora, en la pobreza, que excluye lo ma´s primario: el alimento. Esto no lo sabemos porque nos los dice el narrador: como lectores armamos pa´gina a pa´gina el rompecabezas de esa relacio´n; pa´gina a pa´gina obtenemos indicios no so´lo del amor y el cuidado que le prodigaba su madre, sino tambie´n de la ingenuidad de un muchacho que quiere alejarse sin saber ni pensar en las consecuencias de la distancia. Todo ello sucede en la voz de Stefano, quien cuenta a Ema, su compan~era, la historia de su corta vida. En este viaje Stefano crece: al final de la novela nos encontramos frente a un hombre que ha madurado, y nosotros, lectores hemos crecido con e´l.