En la vida de Gabriel García Márquez hubo un periodo especial, muy poco conocido, que duró 4 años: su estancia en Zipaquirá. Esta época marcó la vida del autor de
Cien años de soledad. Allí le tendieron la mano, lo impulsaron a que siguiera la carrera de letras. En Zipaquirá inició su formación intelectual, lo “graduaronö de poeta piedracelista, de declamador, de orador y de escritor. Fortalecieron su pasión por la lectura y canalizaron su talento hacia la prosa, dándole piso firme y formación literaria a su gran imaginación,
que lo condujo finalmente a ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1982.